En la actualidad, la preocupación por el contagio y la proliferación del coronavirus nos lleva a extremar precauciones en todo nuestro entorno y las piscinas parece que pueden verse como un entorno hostil.
Hoy nos hacemos eco de la recomendaciones que la patronal del sector de las piscinas (ASOFAP) hace sobre el mantenimiento de las piscinas en la nota técnica que ha presentado al Ministerio de Sanidad para su validación.
UNA PISCINA TRATADA CORRECTAMENTE ES UN LUGAR SEGURO FRENTE AL CORONAVIRUS
La pregunta fundamental es, si se realiza la cloración de la piscina siguiendo las recomendaciones actuales y aplicando las mejores prácticas, ¿es suficiente para desactivar el virus COVID-19?
La respuesta es Sí.
En una piscina convencional con un buen sistema hidráulico y de filtración, que respete su nivel de ocupación máxima, con un nivel de cloro ≥0.5-1 mg/l en toda la piscina se consigue una calidad óptima del agua.
Es decir, que con un nivel de cloro libre de ≥0.5-1 mg/l el agua no solo está desinfectada, sino que también tiene potencial desinfectante para eliminar cualquier virus o germen que pueda entrar en el agua.
Es muy recomendable la automatización de la piscina para mayor tranquilidad. (De lo contrario, la responsabilidad sobre la salud de los usuarios recae totalmente en el encargado de la piscina.)
Asimismo, es fundamental medir regularmente los parámetros principales (valor del pH y nivel de cloro libre (DPD-1), ya sea de forma manual o automática.
Tratamiento para el coronavirus en piscinas residenciales y piscinas semipúblicas:
Para obtener el nivel adecuado de cloro libre en el agua de la piscina, se pueden utilizar las pastillas de cloro o los productos de cloro líquido. Se recomienda automatizar el proceso de dosificación y control. Otra buena alternativa es usar dispositivos de electrólisis salina que generan cloro libre automáticamente a partir de sal disuelta en el agua de la piscina.
Para ampliar el espectro de desinfección, como nivel extra de protección y para corregir posibles errores en el proceso de desinfección manual, se puede instalar una luz ultravioleta (UV) para desinfectar el agua de la piscina (en combinación con cloro dosificado o cloración salina).
En las piscinas semipúblicas, que suelen tener una mayor afluencia que las piscinas residenciales, se recomienda instalar un sistema de automatización, así como la medición online de los principales parámetros con un analizador de piscina inteligente.
Tratamiento para el coronavirus en piscinas comerciales de uso público:
Para maximizar la seguridad se recomienda una automatización de las tres fases: regulación del pH (1), desinfección (2) y medición constante (3).
- Una correcta regulación del pH entre 7,2 y 7,6 por medio de ácidos o de CO2 es esencial para garantizar una desinfección eficaz.
- Para ampliar el espectro de desinfección se recomienda el uso de luz ultravioleta en combinación con cloro dosificado (en pastillas o líquido) o electrólisis de sal.
- La medición constante de los niveles de pH y de cloro así como la regulación automática de estos parámetros es fundamental en las piscinas públicas.
Recomendación: Mostrar los resultados de la medición a los usuarios, para que estén plenamente informados de la calidad del agua.
¿Deberían los usuarios tomar alguna precaución extra que no tomaban antes?
Como en nuestra vida cotidiana recomendamos mantener una adecuada higiene personal. Por ejemplo, si puede haber riesgo por haber tocado unas superficies, como los bancos de los vestuarios, las puertas o los pomos, es recomendable lavarse las manos y/o higienizarlas con desinfectante antes de entrar en la piscina.
Recomendamos a los bañistas siempre ducharse antes y después de nadar en la piscina. También es recomendable lavar los trajes y las toallas de baño, para eliminar todas las bacterias o virus.
Además del agua de la piscina, se recomienda mantener las zonas exteriores de la piscina desinfectadas, así como también su equipamiento, como son las duchas, las escaleras, etc. aplicando productos especialmente indicados para este uso.